SEPARACIÓN POR POBREZA: PRÁCTICA CULTURAL
México con 118 millones de habitantes tiene más de 42,2 millones de personas con menos de 18 años de edad. La pobreza infantil y adolescente es mayor a la del resto de la población. El 46,5% de la población infantil urbana se encuentra en situación de pobreza, mientras que en la población rural es más grave, el 63,9% de las personas están en esa condición.
Más grave aún es en las comunidades de pueblos originarios: el porcentaje de los hogares con NNA pertenecientes a pueblos originarios en situación de pobreza es de un 78,5%. Además, la pandemia de la COVID 19 con sus efectos, agrava la situación por ejemplo ante la masiva pauperización y pérdida de empleo de miles de hogares en el país.
Un porcentaje de las niñas y niños vive en México sin cuidados parentales, un 4% no vive con sus padres biológicos, 4,9% tiene una madre o un padre fallecido, y en 0,7% de los casos la madre y/o el padre vive en el extranjero. 33.138 NNA se encuentran en acogimiento residencial- CAS.
Como se demuestra en los estudios de este Observatorio, estas separaciones familiares se encuentran estrechamente vinculadas con la carencia de recursos materiales y financieros más que con la falta de un entorno familiar en sí.
Si bien la situación de pobreza no debe justificar la separación, ésta es una práctica extendida, naturalizada y aceptada –por acción u omisión- tanto por las entidades públicas como privadas.
La construcción de un INDICE DE VULNERABILIDAD, permite complejizar y afrontar las múltiples dimensiones relacionadas con la pobreza de las familias, las que requieren estrategias integrales para su superación.